La rutina técnica

Todos los músicos de viento metal necesitamos ejercitar a diario nuestras habilidades técnicas para conseguir mantener un estado óptimo de forma. Esa persistencia hace que poco a poco vayamos mejorando nuestras capacidades con el instrumento.

La rutina técnica diaria tal y como yo la entiendo cumple con varios propósitos: el primero de ellos es servir de calentamiento para comenzar una jornada de estudio productivo y sin peligro de sufrir lesiones, el segundo es hacer un repaso progresivo de las habilidades técnicas que resultan necesarias para tocar el trombón. Esta segunda parte es un ‘volver a empezar’ diario que planteo interiormente como la realización de un puzzle, comienzo el día colocando cada pieza en su lugar y avanzo de manera progresiva buscando las sensaciones físicas más apropiadas para mí. Intento que con el paso del tiempo todo encaje con suavidad y también busco ampliar ese puzzle para conseguir expandir mis habilidades. Cada uno debe diseñar su puzzle personal a través de su propia experiencia e ir implementando ejercicios que le permitan desarrollar al máximo todo su potencial.

Durante mi rutina intento reproducir a través de la auto percepción sensaciones físicas que me permitan tocar con libertad, en los ejercicios en los que todavía no percibo esa sensación de facilidad continúo con mi búsqueda para encontrar la naturalidad algún día. Precisamente porque estamos hablando de sensaciones creo que resulta extremadamente complicado transmitir con palabras lo que siento cuanto hago la rutina, pero al menos las palabras pueden servir para transmitir mis ideas, luego cada uno ha de buscar sus propias sensaciones.

Para mí la técnica en si es simplemente una herramienta que permite transmitir nuestras ideas musicales. Si encuentro difícil poner palabras a las sensaciones que experimento al estudiar técnica ni siquiera quiero imaginar poner palabras a las sensaciones haciendo música, aunque esto podría ser una próxima entrada para este blog. Siguiendo con la técnica, es una herramienta indispensable y completamente necesaria para poder llevar nuestras interpretaciones hasta un nivel profesional. En la ecuación con las variables música y técnica la segunda está al servicio de la primera y a pesar de que no considero absolutamente imprescindible una técnica perfecta para hacer

música sí creo que una buena técnica es de gran ayuda para evolucionar como músico e imprescindible para llegar a ser un buen profesional.

Al hilo de lo de la ecuación e uniendo matemáticas y música, mi rutina técnica sería como un pequeño tributo al número tres:

1. Tres bloques de trabajo:

  1. Aire
  2. Flexibilidad
  3. Articulación

2. Tres aspectos a tener en cuenta:

  1. Calidad del sonido.
  2. Ritmo.
  3. Afinación.

3. Tres Elementos a coordinar:

  1. Aire.
  2. Lengua.
  3. Vara.

 

Muchos jóvenes estudiantes creen erróneamente que la parte esencial de una rutina de trabajo son los ejercicios a realizar. Bajo mi punto de vista los ejercicios son importantes porque pueden ayudar a encaminar la búsqueda hacia sensaciones satisfactorias, pero todavía es más determinante el modo en el que se realicen esos ejercicios. Es mucho más importante el cómo que el qué, y para entender el cómo y saber aplicarlo a el qué el trabajo codo con codo con el alumno es la mejor forma de rentabilizar al máximo una sesión de estudio.

En próximas publicaciones de este blog seguiremos tratando cuestiones técnicas y comenzaremos a profundizar en los apartados de esta curiosa regla del 3. Si alguno de vosotros siente curiosidad por todos estos temas y quiere comenzar a trabajar de forma individualizada con nosotros en la Brass Academy Alicante estaremos encantados de ayudar. A nuestra oferta de clases presenciales ahora se suma la posibilidad de recibir clases online con una variada oferta de formatos.

Hasta pronto!! Daniel Perpiñán